lunes, 26 de abril de 2010

Las que habitan en el viento

Me ha gustado soñar mucho, de día, despierta y sin cerrar los ojos…y es que no sueño de noche. No pasa nada ahí cuando cierro los ojos.


Sueño tantas cosas sobre las cosas

Que hago mal dicen,

                                                     (Así me dicen los desalmados),

Cuando me pongo a llorar, apoyada en las rodillas

Ya lejos de mis sueños

Ya lejos,

Con la carita contra la realidad

(Que siempre es contraria)

Las palabras no son cosas

Los sueños

Que son?

O no son acaso?

Y que es lo que es?

Que es lo que asiste?

Solo la mano que dice adiós?

Solo la palabra ALMA, ese nombre que le pongo a esa parte que me duele y no está en ninguna parte?

Y luego digo VACIO como dijiste AMOR

Y ha ninguna de las dos las encuentro en esta colección de balazos….

Donde esta lo que me falta?

Y lo que tengo esta?

Están estas dos piernas, esta espalda de tormentas, estos ojos que caen agudos sobre sus cuencas, dos brazos delgados, débiles sin duda.

                                                         Una cadera con fuerza

Unas manitos de niño….y mi pelo largo y enredado que no cambia con el tiempo.

Y si eso se va, se va conmigo

Y lo que se fue, estuvo acaso?

Si usted sabe debe decirlo

                                                         No se haga el loco ni tenga piedad

Si usted vive de decir cosas, habla tanto de tanto vacio, y vacio habla, vacías cosas.

Eso que calla no explica nada explica……

ni esta rabia que tiene forma,

Forma de pez espada, dispuesto a atravesar trenes que descansan en sus rieles,

Dispuesto a romper soles inflados y lunas de colores,

Rabia que embiste toda SU dulzura,

Y retira el pez su espada, sin sangre en el cuchillo

Mi pez de palabras miente

Y no mata pues no existe

A mi me mata soñarlo

Porque sueño siempre de día.

miércoles, 14 de abril de 2010

Ángeles (o como se originó la tormenta en el vaso de agua)-fragmento

me paro aquí y hablo, solo eso, hablo con mis palabras o las palabras de otros que están atrás de mi, otros que me inventan y se esconden…debería cambiar de nombre, así podría ser otra, de todas maneras las personas se relacionan con las superficies, con los nombres, las pieles, las nacionalidades, nadie quiere conocerte…debería cambiar de nombre, debería haberme creado Tennesse Williams, entonces me llamaría Agnes Jones y podría creer que solo las putas viejas de los cuentos se sienten solas, que la miseria y la decadencia son hermosas en un extraño sentido y que el sexo es una manera sublime de acercarse a la muerte. Yo no tengo nada que darle al mundo, tampoco peleé ninguna guerra, no hice nada por ninguna causa, nunca arriesgué mi pellejo, me puse como todos una playera del Che cuando tenía veinte años, me puse a la izquierda, leí periódicos, comenté la injusticia con inteligencia porque fui al colegio; yo no hice nada por el mundo, yo no hago nada por nadie, yo me sufro, me lloro, yo soy el mundo…soy toda la vida. Debo tener algo malo, debo tener algo muy malo (pausa) .

lunes, 5 de abril de 2010

CARTA DE LLUVIA

Si atraviesas las estaciones


conservando en tus manos

la lluvia de la infancia que debimos compartir

nos reuniremos en el lugar

donde los sueños corren jubilosos

como ovejas liberadas del corral

y en donde brillará sobre nosotros

la estrella que nos fuera prometida.



Pero ahora te envío esta carta de lluvia

que te lleva un jinete de lluvia

por caminos acostumbrados a la lluvia.



Ruega por mí, reloj,

en estas horas monótonas como ronroneos de gatos.

He vuelto al lugar que hace renacer

la ceniza de los fantasmas que odio.

Alguna vez salí al patio

a decirle a los conejos

que el amor había muerto.

Aquí no debo recordar a nadie.

Aquí debo olvidar los aromos

porque la mano que cortó aromos

ahora cava una fosa.



El pasto ha crecido demasiado.

En el techo de la casa vecina

se pudre una pelota de trapo

dejada por un niño muerto.

Entre las tablas del cerco

me vienen a mirar rostros que creía olvidados.

Mi amigo espera en vano que en el río

centellee su buena estrella.



Tú, como en mis sueños vienes

atravesando las estaciones,

con las lluvias de la infancia

en tus manos hechas cántaro.

En el invierno nos reunirá el fuego

que encenderemos juntos.

Nuestros cuerpos harán las noches tibias

como el aliento de los bueyes

y al despertar veré que el pan sobre la mesa

tiene un resplandor más grande que el de los planetas enemigos

cuando lo partan tus manos de adolescente.



Pero ahora te envío una carta de lluvia

que te lleva un jinete de lluvia

por caminos acostumbrados a la lluvia.

 JORGE TEILLIER

domingo, 4 de abril de 2010

CARTA A MARIANA

¿Qué película te gustaría ver?

¿Qué canción te gustaría oír?

Esta noche no tengo a nadie

A quien hacerle estas preguntas.



Me escribes desde una ciudad que odias

A las nueve y media de la noche.

Cierto, yo estaba bebiendo,

Mientras tú oías Bach y pensabas volar.



No creí que iba a recordarte

Ni creí que te acordarías de mí.

¿Por qué me escribiste esa carta?

Ya no podré ir solo al cine.



Es cierto que haremos el amor

Y lo haremos como me gusta a mí:

Todo un día de persianas cerradas

Hasta que tu cuerpo reemplace al sol.



Acuérdate que mi signo es Cáncer,

Pequeña Acuario, sauce llorón.

Leeremos libros de astrología

Para inventar nuevas supersticiones.



Me escribes que tendremos una casa

Aunque yo he perdido tantas casas.

Aunque tú piensas tanto en volar

Y yo con los amigos tomo demasiado.



Pero tú no vuelves de la ciudad que odias

Y estás con quien sabe qué malas compañías,

Mientras aquí hay tan pocas personas

A quien hacerles estas simples preguntas:



“Qué canción te gustaría oír,

Qué película te gustaría ver?

Y con quién te gustaría que soñáramos

Después de las nueve y media de la noche?”.

JORGE TEILLIER