domingo, 16 de octubre de 2011

Cuando volvimos del paraíso


Te miro la espalda curva
mientras caminas esquivando los coches
con la cabeza baja
recogida hacia el centro de tu vientre

primero vino el hombre,
después la desgracia.
Eva solo un bocado para el paladar divino

después vino mirarse los intestinos
mirarse las vísceras
contarse las venas
uno
dos
tres
cuatrocientas

lo feo fue que volviera a casa
sin flores en las manos
sin sonreirle a nada
con el puño derecho apretado

una vez en la habitación
se saco los zapatos y volaron fantasmas
se arranco la ropa en señal de desdicha

después la desgracia
el paladar divino que retorna
la destrucción del hombre
para el advenimiento de la tristeza

primero fue Eva
caminando entre los coches
sonriéndole a todo
fueron sus vísceras
su corazón sus venas
su paraíso de carne y hueso
su belleza de muchacha
hacia el centro de su vientre
extinguida por fin
en su deconstrucción.